
El kikurage, también conocido como oreja de Judas, es un hongo comestible originario de Japón y China que destaca por su forma ondulada y su textura crujiente y gelatinosa al cocinarlo. Aunque su sabor es muy suave, actúa como una esponja para salsas y caldos, realzando los sabores sin dominar el plato. Puedes encontrarlo fresco en mercados asiáticos, deshidratado en tiendas gourmet o incluso en conserva para recetas rápidas.
Propiedades nutricionales

Nutriente | Cantidad (por 100 g) | Beneficio principal |
---|---|---|
Calorías | 25 kcal | Aporta volumen al plato sin sumar calorías |
Fibra dietética | 3,5 g | Mejora la digestión y prolonga la sensación de saciedad |
Proteínas | 1,6 g | Contribuye a la reparación y mantenimiento celular |
Hierro | 2 mg | Esencial para el transporte de oxígeno en sangre |
Vitamina B2 | 0,1 mg | Participa en el metabolismo energético |
Con apenas 25 kcal por cada 100 g, el kikurage suma volumen en tus recetas sin penalizar tu ingesta calórica. Su alto contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y prolonga la sensación de saciedad, mientras que las proteínas ayudan a mantener la masa y función celular. Además, sus aportes de hierro y vitamina B2 son clave para la producción de energía y el correcto funcionamiento del organismo.
Beneficios para la salud
La fibra soluble del kikurage ejerce un efecto prebiótico, fomentando el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas y regulando el tránsito. Por su parte, sus polisacáridos presentan actividad inmunomoduladora, reforzando tus defensas frente a virus y bacterias. Gracias a su capacidad para reducir el colesterol LDL (“malo”), también apoya la salud cardiovascular y ayuda a mantener niveles equilibrados de lípidos en sangre.
Cómo comprar y conservar

Cuando busques kikurage fresco, elige ejemplares de color marrón uniforme, firmes y sin manchas. Si optas por la versión deshidratada, asegúrate de que las láminas estén intactas y libres de polvo. Para conservarlo fresco, guárdalo en el frigorífico dentro de una bolsa transpirable y úsalo en un plazo de cinco a siete días. En cambio, el kikurage deshidratado se conserva hasta seis meses en un lugar fresco, seco y oscuro. Si prefieres congelarlo, blanquéalo un minuto en agua hirviendo, enfríalo inmediatamente en un baño de hielo, sécalo y guárdalo en bolsas herméticas.
Recetas fáciles

Salteado oriental de kikurage: Hidrata 20 g de kikurage deshidratado durante veinte minutos y escúrrelo bien. Saltea ajo y jengibre picados, añade las tiras de kikurage y un poco de zanahoria en juliana. Termina con salsa de soja y unas gotas de aceite de sésamo para un toque auténtico.
Ensalada fresca con oreja de Judas: Mezcla kikurage previamente hidratado con pepino, pimiento rojo y cebolla morada. Aliña con vinagre de arroz, aceite de oliva y semillas de sésamo para conseguir una receta low-carb y muy refrescante.
Guiso vegetal con kikurage: Empieza pochando cebolla y ajo, incorpora verduras al gusto (calabacín, berenjena…) y añade kikurage junto a patatas troceadas. Cubre con caldo vegetal y deja cocer quince minutos; ajusta de sal y pimienta al final.
Preguntas frecuentes
¿Cómo hidratar kikurage seco?
Basta con sumergirlo en agua templada durante veinte o treinta minutos hasta que recupere su textura original; después escúrrelo y estará listo para cocinar.
¿Se puede congelar el kikurage fresco?
Sí. Tras un breve blanqueado en agua hirviendo y un choque de frío en hielo, sécalo y congélalo en bolsas herméticas para conservar su textura.
¿Dónde comprar kikurage online?
Lo encontrarás en tiendas gourmet especializadas en productos asiáticos y en marketplaces de alimentación internacional.
Extracto Doble de Reishi
DOBLE EXTRACCIÓN hidroalcohòlica 50 ml.
introspección
descanso
serenidad